miércoles, 3 de octubre de 2012

Los gritos

Mis gritos se perdieron por ahí,
huérfanos, no supieron dónde ir.
La noche me dijo que los vio
siendo sangre en un rincón.

He gritado tanto que mi garganta se secó.

Mis gritos fueron abandonados
con los ojos abiertos, embarrados,
pero la noche fue quién los perdió.

He gritado tanto que no sé dónde dejé la voz.

Mis gritos decidieron ser
la carne oscura, latente,
pero el cuerpo de la noche se pudrió.

He gritado tanto tantas noches que ya no sé
si soy grito o noche o qué soy.

Juan Pablo Svaluto Marchi





1 comentario:

Gaby Fiorito dijo...

Muy bueno!!!