Anoche no encontré mi rostro en el espejo,
entonces quise ser horizonte.
No encontré mis ojos,
entonces quise ser bajo tus párpados.
No encontré mi boca,
entonces quise ser entre tus labios.
No encontré el fondo de mi pecho,
entonces quise ser cristal adentro.
No encontré mis manos,
entonces quise ser sobre tus palmas.
No encontré mi piel,
entonces quise ser el alma cruda,
inmunda.
Mi rostro fue quién quiso ser.
Juan Pablo Svaluto Marchi
No hay comentarios:
Publicar un comentario