lunes, 13 de agosto de 2012

Almohadas y amapolas

Migraran por un momento
las amapolas hacia mi almohada;
por un momento la lluvia
acercará un resto de amapolas
rojas a mi almohada.

Entonces descansaré sobre
su delicadeza efímera,
me extraviaré entre su recóndita
risa y recorreré las
galerías de su aroma.

Me sumergiré a la profunda seda;
y cuando me haya subordinado
al instante de sus pétalos,
será entonces cuando emigren
las amapolas risueñas,
las ausentes risueñas.

Juan Pablo Svaluto Marchi


1 comentario:

. dijo...

Muy bueno viejo.